Puente en Construcción - Poema Nº XVIII de Exilio de Miserias

 XVIII                                Puente en Construcción

 

¿Cómo pueden hablar de amor

con tanta certeza inapelable

si tienen los carriles del corazón

más cerrados que un puente en construcción?

 

Quien diga que no está herido

no quiere ver la realidad…

 

Quien diga que todo ha superado

no conoce la verdad…

 

La vida es un movimiento imparable

eterna cadencia de las cosas

sucesiones de rosas

y sólo glorias advenedizas…

 

No hay forma de controlar

este poderoso flujo de manantial

que nos mueve, flotando, por el mundo…

 

Y, sin embargo, contrariando

la naturaleza de la vida,

creaste una monumental represa

en nuestro breve río de amor

y yo, pez madre, perdí mi familia

y divagué contracorriente

en la soledad del cardumen extinto...

Pez irreconciliable con el mar,

quise ahogarme en el viciado aire

de la vana superficie

pero mientras ascendía a la muerte

recordé que mi origen estaba

en la profundidad más remota…

 

Allí me posé durante siglos

con la locura de los ermitaños

con la paciencia de los sabios

a meditar sobre las acciones

y sus posibles consecuencias irreversibles…

 

He entendido con y sin dolor

que las represas, aunque funcionen,

son una ilusión más del mago del ego…

 

…Si buscas la seguridad total

morirás de ostracismo…

 

Hay que quemar los trajes que nos pusimos

para que se transmuten o alquimicen:

no somos los mismos personajes…

 

Cada ensayo nos enseña tantas cosas…

El guion es fluido, es de agua.

¡Deja de aferrarte a la solidez!

Hay que soltar las armaduras

que hemos forjado con delicadeza

noche a noche, intrincadamente

para que nadie ingrese, para no sufrir

y evitar que se queden a convivir

un tiempo en nuestro propio templo…

 

Porque querámoslo o no,

cuando una persona

como una flecha de Cupido

nos atraviesa el pecho

se ha integrado a nuestra vida,

a nuestra línea de tiempo…

 

Hasta que la sacamos afuera,

la echamos a lo oscuro, a la ausencia

la expulsamos como a una rata callejera,

en nuestra inconsciencia voraz humana

que babea de rabia, ego y deseo…

 

¿Por qué es tan difícil conectar con el Otro,

darnos cuenta que nos pasa lo mismo,

sólo que hemos invertido los roles?

 

¿Por qué no llegamos del otro lado

y quedamos aislados ser: isla y puente

todos separados, estando tan cerca,

como en un numeroso archipiélago?


Agustín R. Iribarne

Del libro: "Exilio de Miserias"...

Comentarios

  1. Estupendo blog, todo el trabajo desplegado.
    Saludos
    Dejo mi blog por acá
    https://williamkeithsutherland-poesia.blogspot.com

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