333: Tres deseos, tres confesiones, tres consejos… (De Exilios)

 

Tres deseos 

 

Quisiera que tu suave mano

de nube cielo algodón seda y luz

me acaricie tiernamente 

mi acuático cuerpo 

hasta que todos los fluidos

que se amontonan y agolpan 

en mis extremidades 

de solo verte, en la lejanía,

pues te recuerdan 

como un retrato fiel

(estás grabada 

en la piedra marmórea

de mis muslos)

salgan fervientemente

a encontrarse con su fin, 

con una nueva totalidad 

que los aguardará o no... 

 

Quisiera que me retengas 

por el mayor tiempo posible

sin detenerme jamás en mi marcha 

y que en mis procesos

en días de arduo sol

o noches de fría escarcha 

me prestes tu valioso consejo

tu mirada que me calma

tu juego que me devuelve el alma...

 

Quisiera que, en mis batallas 

mis luchas y discusiones,

sostengas mi hombro izquierdo 

pues yo estaré a tu derecha

como lo han hecho otros hombres:

los ancestros que nos precedieron

pronto, presto y atento

a tu auxilio

a tu risa

a tu bienestar...

Y que camines conmigo

prestando humildemente 

servicio por el mundo

 sin pedirlo de vuelta

 

Tres confesiones 

 

Mundo que se abre ahora ante mí

como una mano de un niño puro

que me invita a jugar felizmente

y danzamos entrelazados...

 

…y jugamos con las olas 

con la verdad impostergable

de la lejana Infancia 

que siempre estuvo y estará cerca,

a un paso de miel, una caricia.

 

Soy ese niño que buscó

en su más profundo interior 

y encontró dentro de sí

el mayor de los tesoros:

al Yo Superior,

ese que no es otro

que nuestra esencia,

aquello que somos

y que a veces 

olvidamos...

 

Una vez que pude reconocerlo en mí

pude reconocerte, amada mía,

con la luz esclarecedora de la razón 

con el tierno manantial del corazón: 

te vi entera, te vi pura 

te vi tal como eras: 

sin corrupción 

sin miedo 

sin dolor:

una pura substancia 

eternamente libre

como una mariposa 

o una impoluta Diosa 

que siempre tendrá

todos los poderes inmortales 

dentro de sí misma 

todos los colores 

del Arcoíris 

aguardándola

hasta que abra 

la última puerta

con la llave 

de su valentía 

y sabiduría...

 

Tres consejos 

Ábrete a esta vida que te cuida:

déjate llevar por las aguas del tiempo…

Ten confianza irrefutable 

ante las diversas circunstancias

y podrás ver la luz radiante 

que entra por tu noble ventana 

sin más juicios ni preocupaciones 

tal como tú quieres

libre de todo

simplemente 

feliz de ser...

 

Con una mente cultivada 

(que es templo y altar

refugio solemne 

y no como prisión, 

presión, ruido 

y duda infructuosa)

como herramienta 

de guía a la verdad 

y a la imaginación 

podrás construir 

todo lo que desees 

en esta realidad material 

pero recuerda enlazarla 

con la realidad espiritual 

ya que somos tierra y cielo

almas anfibias 

que habitamos

dos mundos...

 

De lo visible intuye lo invisible,

la sustancia que lo compone…

 

De lo invisible comprende lo visible,

su función y sentido...

Todo es cuestión de tiempo:

las informaciones ya van llegando a ti

desde hace mucho…

¡Abrázalas y ellas te abrazarán!

¡Cuando lo hagas verás 

que grata es su compañía!

¡Y dejarán de jugar a las escondidas

sólo ocasionalmente

cuando se encuentran de paseo

sino que será un encuentro certero

y previsto, consciente y preciso!

Para que la duda ya no te gane

y la confianza sea tu único temple

en tu viaje sagrado... 

 

Sigue tu flecha: ¡es tu mente! 

Apunta con el arco de tu corazón 

estudia cada día más

y cada día estarás

más cerca de la verdad… 

Solo la verdad es lo único que nos hará libres 

solo la libertad es lo único que nos hará reales

solo la realidad es lo único que es perfecto

solo la perfección es la única imposibilidad

que se hizo posible para sorpresa de todos...

 

Una contradicción 

que fundamenta todo...

 

La perfección es el sueño real...

 

Atrévete a soñar…

…si quieres alcanzar

la gloria de la realidad...

 

Yo aquí te espero

con mi amor inquebrantable

del otro lado del continente

para que frente a frente

recordemos el vientre 

de las madres, de las abuelas

de la Madre Tierra

y la unión, la canción, el corazón 

para que salgamos a luchar 

por la gente

por los pueblos

por las vidas

por el arte 

el amor:

nuestra esencia:

la libertad...


Agustín R. Iribarne

Del libro publicado "Exilio de Adoraciones"...

 

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