Si correr o esperar,
si activar o inactuar,
si cantar alegre o gritar desesperado
si hablar elocuente o escuchar paciente,
o sólo ser silencio impenetrable...
Si jugar en presente o pensar -en otro tiempo-,
si estallar o (re)frenar, o medir
si sentir o racionalizar
si dejar o seguir, si forzar o fluir,
o sólo ser Amor Incondicional..
Si tener o soltar,
si desear *o renunciar*
si encontrar o perder, si entender, si querer,
si rendir o luchar, si estar aquí o allá,
o sólo aceptar el suceder, como sea...
Si adentro o afuera, si arriba o abajo,
o en el medio, o a un costado,
si en el negro, el blanco o el gris,
si ser bueno o ser malo, o según la situción
(¡¿la circunstancia modifica a la esencia!?)
o de ninguna forma...
Si debo, si puedo,
si la cabeza o el corazón, o si ambos
(ya es un montón -para Occidente-)
si el ser, si el alma o la mente
-o dejarse llevar por la corriente
de la Vida, derramada
de la Eterna Fuente,
con la confianza restaurada
al sentirse Uno
con todo lo que existe
y la certeza bien piantada
de que somos divinos,
galácticos, sublimes-...
Si el vivir o la muerte, si la suerte
o la bendición de los dioses,
si lo decido yo o me excede,
si no lo quiero e igual sucede
si es la voluntad, o es aprendizaje
o la evolución del alma
o este puñal disyuntivo
que me desgarra
el pecho fútilmente
de donde emerge una duda sustancial,
una serpiente bicéfala
que se enrieda y danza...
Si cortarle las cabezas o acariciarlas...
(Cada decisión nos abre nuevos surcos y posibilidades
que constantemente se deciden, se incluyen y se excluyen
e inhieren hasta en el más insignificante acto cotidiano.
Muevo un paso, una ficha y re-configuro el tablero.
¡¿Qué camino tomar cuando se puede ir a donde uno quiera?!
En lo remoto de la Libertad aguarda la respuesta...)
Agustín R. Iribarne
si activar o inactuar,
si cantar alegre o gritar desesperado
si hablar elocuente o escuchar paciente,
o sólo ser silencio impenetrable...
Si jugar en presente o pensar -en otro tiempo-,
si estallar o (re)frenar, o medir
si sentir o racionalizar
si dejar o seguir, si forzar o fluir,
o sólo ser Amor Incondicional..
Si tener o soltar,
si desear *o renunciar*
si encontrar o perder, si entender, si querer,
si rendir o luchar, si estar aquí o allá,
o sólo aceptar el suceder, como sea...
Si adentro o afuera, si arriba o abajo,
o en el medio, o a un costado,
si en el negro, el blanco o el gris,
si ser bueno o ser malo, o según la situción
(¡¿la circunstancia modifica a la esencia!?)
o de ninguna forma...
Si debo, si puedo,
si la cabeza o el corazón, o si ambos
(ya es un montón -para Occidente-)
si el ser, si el alma o la mente
-o dejarse llevar por la corriente
de la Vida, derramada
de la Eterna Fuente,
con la confianza restaurada
al sentirse Uno
con todo lo que existe
y la certeza bien piantada
de que somos divinos,
galácticos, sublimes-...
Si el vivir o la muerte, si la suerte
o la bendición de los dioses,
si lo decido yo o me excede,
si no lo quiero e igual sucede
si es la voluntad, o es aprendizaje
o la evolución del alma
o este puñal disyuntivo
que me desgarra
el pecho fútilmente
de donde emerge una duda sustancial,
una serpiente bicéfala
que se enrieda y danza...
Si cortarle las cabezas o acariciarlas...
(Cada decisión nos abre nuevos surcos y posibilidades
que constantemente se deciden, se incluyen y se excluyen
e inhieren hasta en el más insignificante acto cotidiano.
Muevo un paso, una ficha y re-configuro el tablero.
¡¿Qué camino tomar cuando se puede ir a donde uno quiera?!
En lo remoto de la Libertad aguarda la respuesta...)
Agustín R. Iribarne
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