Vuelvo a viajar:
y ahora todo será nuevo y cambiante,
ahora andaré danzante, como las hojas al viento,
ahora seré todo lo que quiera:
ahora me espera
la magia en cualquier vereda,
sin necesidad mas que sonreír,
sin dudas sobre el porvenir,
con la absoluta confianza de existir,
de ser parte de la Unión Universal,
llevando el mensaje a donde vaya,
jugando con inocencia y perspicacia,
tomando los mensajes del Akasha
y entregando el amor ya sin murallas.
Soy tan feliz como me es posible
y sin embargo, lo mejor está por venir:
siempre espera adelante.
¡Que nunca pare de mejorar!
La Vida es simple y preciosa,
cual vuelo de una mariposa,
y si sólo estoy un día en la Tierra,
haré que se sientan por miles.
Dejaré una huella
en la que los hermanos de la Vida
me reconocerán, pero:
no será el enviado sino el mensaje,
no será la presencia sino la esencia,
lo que llegue al alma del mundo.
Y si mi canto muere con el alba,
felices de aquellos árboles que me oyeron:
viviré en sus impenetrables anillos,
forjados con el tiempo y el desarrollo,
y habitaré los nuevos pimpollos
con mi resonante voz, de timbre aún zorollo,
y será ésta lo que ellos le susurrarán al viento,
y éste a su vez, a otros hombres.
Y viviré para siempre,
porque la vida es eterna
porque somos infinitos,
porque somos partes del Todo,
porque soy y somos el Universo
que constantemente se crea y se destruye,
y se mantiene siendo
eterno e imperecedero.
Agustín R. Iribarne
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