Quiero volver al niño


Quiero volver al niño

Los niños siempre son los guías, tanto en la montaña como en la vida…
Por eso quiero volver al niño, al Agus que quiero escuchar…
Le comparto Twiks a ellos –una especia de chisito nepalí-,
y soy un niño más entre Suki, Yenara, Silkala y Salkala..
Me cuentan los nombres de sus padres, y luego
pronuncian mi ascendencia,
Claudia, Ricardo:
gracias por darme la maravillosa existencia.
Joya invaluable estar vivo,
placer foráneo el Himalaya.
A las montañas me dirijo con calma,
sin dejar de observar el cálido sol
que me devuelve a las Formas,
círculo violeta que ilumina mi camino.
Arribando a la Paz.
Ya no hay nadie con quién luchar,
sólo mis tendencias y karmas negativos,
transformarlos para poder crecer
en la paz del espíritu y por tanto física o viceversa,
ya que están conectadas,
como todos los seres de este planeta,
que también siente…
Cantando como un águila en la puesta de sol
mientras la tierra barre todas las penas,
silbando como un  pequeño Jilguerito
que busca a su madre o a su guía,
paso a paso hacia arriba,
abro las alas.
Toda la vida es hoy,
toda la vida es sonrisas
que entienden que el sufrimiento es apego:
toda la vida es un juego.
Movimiento incesante 
de fichas, culturas, 
fluidos y personas
que se tocan,
que se abrazan y dan vida,
volviendo a nacer en esos N i ñ o s    
que alguna vez quizás fueron mis P a d r es,
mis Am i g o s
o porqué no
mis  H  i  j  o  s…
La carne se vuelve a despertar
vuelve a desertar,
se vuelve a dormir 
y vuelve a soñar.


                                          Agustín R. Iribarne

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